Arqueódromo en la Escuela de Educación Infantil Puerta de Osuna (Sevilla). ©Asoc. Cultural Haerens.
La importancia de la concienciación
Todos conocemos algún caso de expolio en nuestro pueblo o ciudad. Casi todo el mundo podría mencionarte un monumento cuyo estado de conservación peligre. Pocas son las personas que conocen la importancia de ese edificio o yacimiento. Casi nadie hace nada.
Podríamos tomar esta forma de pensar y entonces sería la sociedad la culpable de todo. Por suerte, la mentalidad respecto a este problema y la relación entre el patrimonio y la sociedad viene cambiando en las últimas décadas. Estos cambios no han venido solos, sino que en pocos años, casi todos los ámbitos que conocemos han sufrido una transformación digital, económica, social o cultural. Es necesario analizar cómo estos pueden ser aprovechados para desarrollar nuevos escenarios donde el patrimonio no solo genere interés en la población sino que además sirva como motor de crecimiento.
En Haerens apostamos por la educación y concienciación como uno de los pilares sobre el que cimentar nuestras actividades. Partimos de la premisa de que lo que no se conoce no se protege y está condenado a la desaparición, por eso nuestro interés en difundir el patrimonio local de cada uno de los pueblos que conforman nuestra asociación.
Nuestra experiencia
Junto al conocimiento y la experiencia de los más mayores, nos toca acercar el patrimonio a los más pequeños. En nuestra primera actividad con centros educativos, tuvimos la oportunidad de realizar el taller de “Arqueología, restauración y puesta en valor del patrimonio” con los alumnos de la Escuela de Educación Infantil Puerta de Osuna (Osuna, Sevilla).
Para esta práctica se realizó un arqueódromo con caja de cartón de grandes dimensiones en la que esparcimos piezas rotas de barro cocido, destacando entre ellas las partes de un cuenco contemporáneo con decoración destacable entre los demás trozos, junto a tierra y chinos. Cada grupo, con la ayuda de cubiertos de madera tenía la misión de “excavar” con el fin de encontrar y seleccionar cuales eran los restos pertenecientes a esos recipientes de barro cocido. Pudimos compartir con ellos algunas ideas importantes del proceso de excavación, intentando romper algunos estereotipos que están muy arraigados en la sociedad como por ejemplo el encontrar tesoros, que los arqueólogos buscan dinosaurios o que se excava haciendo agujeros.
Una vez encontradas todas las piezas, se hizo una selección de las piezas con más similitudes entre sí, que eran aquellas que correspondían al cuenco con decoración, con el fin de realizar su proceso de restauración. En primer lugar se limpiaron las piezas con ayuda de brochas, y a continuación la restauradora María Brenes realizó la recomposición del cuenco con decoración para que todos los pequeños pudieran observar cómo se restaura una pieza antes de ser expuesta en un museo. Con ello, pudimos hacerles hincapié en el proceso que sufre una pieza desde que es excavada hasta que termina expuesta en un museo.
Conclusiones
La experiencia fue muy enriquecedora, por lo que nuestro interés en actividades de este tipo sigue creciendo, y nos gustaría poder continuar trabajando con diferentes centros educativos adaptando cada una de nuestras ideas sobre la divulgación del patrimonio a niños de diferentes edades. Estos pequeños talleres pueden ayudar a la concienciación sobre la importancia de conocer y cuidar todos nuestros bienes culturales. En la mano de estos pequeños estará en un futuro la conservación del patrimonio.
Si quieres ver todas las fotos de la actividad consulta nuestra publicación en Facebook: https://www.facebook.com/page/419485818610268/search/?q=puerta%20Osuna
Beatriz Cuevas y Jesús Muñoz